lunes, 21 de febrero de 2011

1 Diarios inútiles: 21 de Febrero de 2011

Empezó el día bien. Pero ha ido empeorando. Me levanté con ganas de escribir y casi he escrito el texto y hecha la selección de temas para la clase de música del miércoles. Me vino a ver Maijo Mora, que está en Madrid, y que las cosas no le van bien en Palma de Mallorca, que se ha quedado en el paro y cuando a un amigo las cosas no le marchan pues como que también me afecta y me gustaría que todo fuese mejor y tener soluciones y no, no, no. Se fue poco después con unos vinilos que le he regalado a una entrevista. Seguí escribiendo hasta la hora de comer. Un poco menos alegre, es verdad.

Llamó después Agustín Ramos, ese poeta que me nació marinero, para ofrecerme dos entradas para el Auditorio. Nada menos que la Orquesta Filarmónica de Londres con un programa extraordinario lleno de Berlioz y de Ravel. La entrada más barata 66 euros. Así que llamé a Marisol por si podía suspender su jornada deportiva, pero ya era tarde. Después llamé a un montón de amigos para ofrecerles acompañarme. No digo nombres, porque son muy majos. Y a todos les iba concediendo -si no estaban- al menos 5 minutos por si querían responderme. O Lobo lo hizo. Y al poco, cuando ya parecía que todo iba viento en popa Agustín llamó para secarme del error: las entradas no eran para hoy, sino para mañana. En fin. Llama a José Antonio, pídele disculpas, etc...

Me entero que ha muerto uno de nuestros grandes directores de orquesta: Odón Alonso. El primer español que entró bajo las puertas de la Deutsche Grammophon, casi el único, diría. Un director sobrio, bueno. ¡Que grabación aquella del concierto de Aranjuez y de la Fantasía para un Gentilhombre, de Rodrigo! Su muerte ha ocupado 12 segundos en el telediario oficial. Detrás de él, la noticia del último disco de Richi Martin, o como se diga, ha durado casi cuatro minutos. Seguimos en un país culturalmente idiota, donde siempre viven bien los mismos y donde los mismos lloramos de su pura iniquidad.

Luego ha llamado Elisa, que es la mujer con gafas que más quiero, con permiso de Alfonso, y después Gonzalo, y ambos han querido ponerme -con éxito total- una tirita sobre mi pobre pellejo de padre idiota.

¿Te das cuenta, querida Julia, que desde que cumpliste doce años no has querido verme más de doce veces? Y luego decía Cirlot que a él le conocieron por "el triste".

1 comentarios:

  1. Ay, no se me desanime maese ni caiga en la melancolía, que es humor muy entretenido. Antes al contrario, guarde con los propios que todo se ha de solucionar de la mejor de las maneras. Holguémonos con las cítaras, que donde no han de faltar pan, chorizo y vino, tampoco lo harán las sabrosas conversas.

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